La «superioridad catalana»

Por Aurelio M. Seco | @AurelioSeco
Hay una idea de «superioridad catalana» asentada en la mentalidad de muchos catalanes; no sólo de los independentistas. Pero estos últimos, que a veces se refieren «a los españoles» como «neardentales» (lo he podido observar en algunas conversaciones mantenidas),  son los que más rentabilidad le han sacado al hecho. «Lo español» les suena a caduco, a monárquico, conservador, corrupto, bruto e inculto. Desde su perspectiva el español es peor profesional que el catalán, menos efectivo y brillante en el trabajo. El catalán se considera en general, y reforzado por un nivel económico más alto que el de la media de España, más avanzado, democrático y culturalmente más rico, sin en realidad serlo. La prohibición de la tauromaquia es un ejemplo, para ellos, de la superioridad moral catalana, cuando es justo lo contrario: un retraso incivilizado e irracional en el camino de otro de los males de nuestro presente: el animalismo.  Piensan los de la «superioridad catalana» que son la avanzadilla española en Europa. O lo pensaban. Barcelona siempre ha sido, aunque no sea cierto, la ciudad más europea de España, «abierta», se dice, pero en realidad cerrada más en si misma que nunca. Aunque pueda parecer extraño después de observar la corrupción que existe en esa Comunidad Autónoma, para un catalán independentista los españoles son unos corruptos y retrasados culturales y no se hable más. Es esta idea de superioridad una de las que sin duda encuentro soportando la vanidad del proceso independentista. Siendo irracional y falsa. Simplemente se creen mejores y en esa creencia no están dispuestos a ceder un ápice ante el retrasado «Gobierno español». ¿Cómo van «los españoles» a tener más razón? En la última entrevista dada por Puigdemont a la BBC anunciando la independencia en pocos días también se percibe en el tono y la postura un poco de esta idea de superioridad -moral- catalana. El gobierno español, dice, ha cometido error tras error. No como el catalán que él preside, que ha salido, añade, «reforzado».  No se les debe permitir esta sinrazón porque están profundamente equivocados.